Título: Los chicos malos siguen apostando
Autora: Cristina Prada
Editorial: Zafiro
Sinopsis
Aitana tiene dieciocho años. Vive en Nueva Jersey con su hermano Rico, el famoso piloto de carreras, y el resto de su familia. No ha sido fácil, pero su hermano siempre ha cuidado de ella. Ahora tiene todos sus sueños al alcance de la mano, aunque el más importante, el que hace que su corazón lata desbocado, es imposible de cumplir, y todo empezó una noche cualquiera en la disco de moda de Madrid.
Héctor tuvo que marcharse de Nueva Jersey para escapar de lo que sentía, el mismo motivo por el que tuvo que quedarse en Madrid un año atrás cuando todas las partes de su cuerpo le pedían volar hasta ella. Ahora Héctor está intentando poner en orden su vida, tratando de luchar para olvidarla y fracasando cada día, y todo empezó una noche cualquiera en la disco de moda en Madrid.
¿Qué ocurre cuando dos personas están tan enamoradas que les duele pero no pueden estar juntas? ¿Qué pasa si, por mucho que luchen, el destino siempre los lleva al mismo punto de partida? ¿Qué sucede si da igual lo difícil que sea porque el amor te hace respirar, sentir, vivir?
Si tu corazón elige, sólo puedes elegir con él.
Opinión personal
Estos dos personajes merecían su propia historia y por fin podemos disfrutar de ella. Los chicos malos siguen apostando supone un ejemplo de valentía, superación fortaleza y lealtad. Engrandece las palabras amistad y familia y las une creando un concepto mayor más bonito, real, sincero e indivisible.
Héctor y Aitana nos agarran fuerte de la mano y no nos la sueltan a lo largo de cada una de las páginas de la novela. Ambos decidieron que no era su momento, pero las ganas y el dolor relucen al máximo con cada palabra. Héctor piensa seguir siendo fiel a sí mismo y a sus ideales. No es capaz ni siquiera de hacerse a la idea de llegar a hacer daño a nadie de su “familia”. Aitana aceptó su decisión y ha seguido adelante, pero el recuerdo duele y se hace inmenso en el fondo del pecho. Madrid fue testigo de las palabras susurradas y las caricias furtivas. Del despertar de unos sentimientos que han permanecido dormidos demasiado tiempo. Nueva York se convierte en el espectador de oro de las primeras veces que se han guardado con demasiado mimo y celo, esperando la oportunidad adecuada.
Aitana crecerá muchísimo en este periodo. Una chica ya de por sí muy madura para su edad por todo lo que le tocó vivir de pequeña, nos enseña a cada instante el valor de la familia, de saber esperar y no avergonzarse nunca de tus sentimientos. Sabe lo que quiere a cada momento y no está dispuesta a quedarse con las ganas, pero tampoco a sufrir. Héctor ha sabido siempre adaptarse a las circunstancias y la vida le regaló una familia cuando ya no esperaba nada. Es leal, sincero, cercano y siempre defiende lo que le importa y pone todo lo que es en cada cosa en la que cree. Llegado el momento, el sentir y el amor pueden más que cualquier remordimiento o excusa que quiera ponerse. Todo se desborda y brilla más. Veremos a dos protagonistas, fuertes, con carácter y que aman a manos llenas, perderse para volver a encontrarse, siempre rodeados de unos secundarios redondos que hacen la obra más completa si cabe.
Y es que la autora ha dibujado una historia que hace las delicias de cualquier lector. Ingredientes como amor, pasión, ternura, confianza, dudas, temores y cierto toque de intriga se entrelazan dando lugar a una novela espectacular con personaje magníficamente construidos. La trama es adictiva, emotiva e intensa y está impecablemente narrada con una pluma delicada y repleta de matices. El final es de infarto y te deja con la boca abierta y con muchas ganas de más. Por otro lado, si tuviera que elegir a un personaje, me quedaría con el protagonista masculino. Héctor ha sido un gran descubrimiento. Podría describirle con cien adjetivos y todos y cada uno de ellos le encajaría a la perfección. Es brutalmente adorable.
Enhorabuena por esta maravilla, Cristina. Desde ya digo que esta historia merece mucho, el papel se le quedaría corto.
Puntuación: 5/5
* Gracias a la autora por el envío del ejemplar.
¡Hola! Me alegro de que haya sido una historia de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, así que en esta ocasión prefiero dejarlo pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!