Título: Flores de papel
Autora: Silvia Ferrasse
Editorial: Suma de letras
Sinopsis
Lara vive en uno de los barrios más peligrosos de
las afueras de Madrid. A duras penas estudia, trabaja y cuida de Carmen, su
abuela, enferma de alzhéimer y su única familia. Pero no está sola, su siempre
ajetreada y caótica vida la complementan Olimpia e Irene, sus vecinas y mejores
amigas.
No será hasta un encontronazo fortuito con Saúl,
uno de los arquitectos que planifica una serie de obras de rehabilitación en el
lugar, que el pasado reaparezca entre los escombros y altere aún más la vida de
Lara. ¿Podrá sobrevivir a lo que se le avecina?
Opinión personal
Cuando la autora compartió en redes sociales la
portada de esta historia, me cautivó, cuando le llegó el turno a la sinopsis,
ya sabía que encajaría con mis gustos literarios y, cuando pude leer el
prólogo, fui plenamente consciente de que no saldría indemne de ella y no me
equivocaba en absoluto. Por determinadas situaciones personales he tenido que
descubrir la novela a pequeños sorbos, lo que ha hecho que la disfrute mucho
más y sea más especial si cabe.
Los protagonistas de la historia son Saúl y Lara,
unos personajes cercanos y reales que, desde que tienen uso de razón, han
luchado a diario por lo que es justo con las armas que tenían a su disposición
en cada momento. En un instante de sus vidas, sus caminos se cruzan y tendrán
que hacerles frente a las sombras de un pasado oscuro y un futuro aún más
incierto. ¿Podrán enfrentarse a la verdad y a las emociones que están a punto
de arrasarles?
Lara hace tiempo que dejó de hacer las cosas que toda
chica de su edad debería hacer. Su vida la reparte entre el cuidado de su
abuela Carmen, la mujer que le ha criado y ha logrado que sea quien es, su
trabajo y sus estudios. No tiene tiempo para sí misma y no puede permitirse
ningún tropiezo, porque todo se derrumbaría como lo haría un castillo de naipes
ante el azote del viento. Es sincera, sencilla, amable y guerrera cuando debe
serlo. Todo su mundo se trastoca cuando aparece en escena Saúl, un arquitecto
recién llegado al barrio. A partir de ahí, la vida de Lara tomará impulso, se
volverá más caótica y los recuerdos de un pasado no olvidado resurgirán para
hacerle creer en lo imposible. La existencia de Lara cambia, pero también lo
hace ella como persona a lo largo de los capítulos. Se permite hacer una
pequeña pausa en el camino y respirar hondo. Se da una tregua para sentir y
soñar que sí es posible. Crece y su honestidad e integridad se hacen más
inmensas. Siempre luchando de forma incansable y nunca se rinde.
Saúl no creía mucho en el destino hasta que llega al
barrio que tienen que rehabilitar y la encuentra a ella. Todos sus planes
trazados se desdibujan y comienzan a indicarle una nueva dirección. El dolor
enquistado desde hace años comienza a aliviarse y una luz empieza a abrirse
camino y la esperanza anidará a pasos agigantados. Tendrá que asumir errores y
pedir perdón. Ambos lo harán.
Lara hará lo imposible con tal de proteger a su
familia, a la de sangre y a la que se elige. Saúl se convierte en su puerto
seguro, aunque no lo quiera ver. Para él, ella será su faro en la oscuridad y
la posibilidad de un nuevo comienzo.
Si os animáis a descubrir este libro, encontraréis
una historia narrada con suma elegancia y mimo, que cuenta una trama intensa,
desgarradora por momentos y emocionante, donde la familia y el afán de
superación se convierten en pilares fundamentales.
En varios instantes me he sentido tan identificada
con Lara que no he podido evitar soltar alguna que otra lágrima. ¿Y qué decir
de doña Carmen? Un personaje en mayúsculas. Paso a paso, página a página, somos
testigos de su miedo y vulnerabilidad cuando la neblina del alzhéimer amenaza
con opacarlo todo. Es una relación tan especial la que tienen ambas que el
dolor y las dudas, cuando aparecen, se hacen pequeñitos y casi invisibles al
cogerse de la mano. Sus interacciones me han llenado de nostalgia y felicidad
al recordarme la relación tan bonita que tenía yo con la mía. Gracias por eso,
Silvia. Dentro de la historia, podemos decir que abuela y nieta hacen el tándem
perfecto sobre el que se sustentan el resto de subtramas de la novela.
Los personajes secundarios encarnados principalmente
en Olimpia e Irene, las mejores amigas de nuestra protagonista, hacen que la
obra sea más completa y realista si es posible. Visceral incluso. Los diálogos
entre las amigas crean situaciones cómicas e hilarantes y aligeran el ambiente
en momentos de tal intensidad en los que, quizá, lo único que les apetecería
sería salir corriendo y no mirar atrás.
¿Y qué puedo comentar sobre Saúl? Decidido, valiente,
hecho a sí mismo, que ha sobrevivido a lo indecible. Sentimientos y emociones a
flor de piel al leer los episodios que narra de su pasado con esa entereza
característica.
Vida de barrio, gente humilde y trabajadora, relación
amorosa que se cuece a fuego lento, sueños por cumplir, promesas rotas, amistad
y familia. Todo eso y mucho más lo descubriréis dentro de este libro. También disfrutaréis
con flores de papel que os evocarán sensaciones olvidadas y de un delicioso
aroma a bizcocho de limón que os hará la boca agua. Enhorabuena a la autora por
esta maravilla.
Puntuación: 5/5
* Gracias a la autora y a la editorial por el
envío del ejemplar.