Autora: Jennifer Probst
Sinopsis
El
día en que el ingeniero aeroespacial Nate Dunkle cruza las puertas de la
agencia de citas Kinnections, nada vuelve a ser lo mismo para Kennedy Ashe, su
brillante experta en cambio de imagen. Nate es demasiado atractivo para ser el
típico científico adicto al trabajo. Y Kennedy, decidida a convertir a su nuevo
cliente en el hombre más deseado del momento, de repente se dará cuenta de que
quizá no debería mover un dedo... Nate le gusta. Pero solo podrá conquistarlo
si hace frente a su pasado.
¿Será
Kennedy capaz de aceptar que la mujer perfecta para Nate no es otra sino ella?
¿O permitirán sus miedos que él encuentre el amor en otra persona?
Opinión personal
Segunda entrega de esta nueva serie de
Jennifer Probst y la autora lo ha conseguido de nuevo: atrapa desde la primera
página. Siguiendo la estela de su predecesora, Buscando al amor perfecto nos muestra una historia de amor, sí,
pero también de superación y crecimiento personal. Una historia donde el final
feliz existe si te atreves a luchar por él, dejando los prejuicios y fantasmas
del pasado atrás.
Kennedy
y Nate son los protagonistas de esta nueva aventura. Kennedy es una de las socias
de la agencia Kinnections junto a sus dos mejores amigas. Es metódica, organizada,
perfeccionista y toma el mando de forma firme y decisiva ante cualquier
situación. Cree que no merece que la quieran, pero su percepción cambiará
cuando Nate aparezca en su empresa. Nate es un desastre andante. Es inteligente,
despistado y un negado para las relaciones sociales con el sexo femenino. Pero
es sincero, leal y esconde mucho más a simple vista. Algo que Ken intuye desde
el primer momento en que lo ve. Juntos iniciarán una relación profesional-personal
que les lleva a conocer sus límites y a conocerse a sí mismos, liberándose de
los lastres que arrastran.
Kennedy
sufrió demasiado en el pasado. Determinadas circunstancias derivaron en
problemas graves que supo superar, pero que han dejado secuelas en su
autoestima. Esa falta de seguridad y confianza la ha intentado suplir con una
máscara de indiferencia que no se corresponde con la realidad. No será hasta
que llegue a su vida un hombre cuando todo cambie. Un hombre que es todo lo
opuesto a ella, pero que es lo que necesita, aunque se niegue a verlo una y
otra vez. Sus miedos y temores le impiden dar el paso para lanzarse al vacío y
permitirse ser feliz de una vez por todas. Sin embargo, ahí estará Nate para
apoyarla y proporcionarle el empujón que necesita para confiar en sí misma, sin
pensar en el pasado ni en los demás, solo en su bienestar y felicidad. El
personaje evoluciona de forma brutal, pero escalonada, a lo largo de la trama.
Es un proceso gradual que la lleva a madurar y conocerse como no hubiese creído
posible. La evolución del personaje de Nate no es tan llamativa pero es
tremendamente importante también. Pasa a convertirse en la persona que siempre
quiso ser, sin perder su esencia y sintiéndose libre y cómodo consigo mismo y
con el grado de conexión que logra con Kennedy. Se complementan a la perfección
y son el punto de apoyo necesario para el otro, sin olvidarse ni perderse en el
camino que quieren recorrer de la mano.
Si os gustó la primera entrega de la serie, os encantará
esta historia. Son libros autoconclusivos que se pueden leer de forma
independiente, pero os aconsejo que los leáis en orden para disfrutar la experiencia
al máximo. Esta novela es atrapante, tierna, romántica y profundiza en
sentimientos. Con una trama ágil y bien narrada en tercera persona, la autora
nos embarca en un viaje de autodescubrimiento y superación de traumas
personales, esos que no nos dejan mostrarnos tal cual somos por miedo al qué
dirán. Los personajes están perfectamente construidos y, como ya he mencionado
anteriormente, sufren una gran evolución que los lleva a sentirse plenos y
completos consigo mismos y lo que les rodea. Hay escasas escenas eróticas y las
que existen están contadas con elegancia y delicadeza. Felicidades a la autora.
Estoy deseando leer la próxima novela de la saga.
Puntuación: 4/5
* Gracias a la
editorial por el envío del ejemplar.