Autora: Cristina Prada
Editorial: Esencia
Sinopsis
A
Sally Berry no podría hacerle más feliz regresar a Nueva York. Todo gracias a
una increíble noticia: van a producir el guion que ha escrito con su mejor
amiga, Scout. Regresar
también significa reencontrarse con sus mejores amigos: Elliott, Garreth y Hudson.
Hudson
Racer es el actor de moda. Guapo, atractivo y con talento. Él lo sabe y lo
utiliza a su favor; es demasiado listo como para no hacerlo.
Sally
siempre ha dado por sentado que Hudson la odia, pues eso es lo único que le ha
dado a entender. Sin embargo, ahora tendrá que aceptar trabajar con él si
quiere ver cumplidos sus sueños. Ambos tendrán que aprender a estar juntos, se
harán amigos, se necesitarán… Pero algunas historias están marcadas desde la
primera vez que dos personas se miran a los ojos, aunque eso ocurriera con tan
solo nueve años, y quizás la suerte de Sally y Hudson ya esté echada…
Opinión personal
Cristina
Prada vuelve a conquistarnos con una novela intensa, bonita y adictiva, en la
que se desenvuelven a la perfección personajes bien construidos y que brillan
con luz propia.
Todos los carteles de neón que brillaban por ti nos habla de amor y
amistad, pero también de lealtad, dudas, miedos y familia, tanto la que eliges como la que no.
Hudson
y Sally son los protagonistas de este libro vibrante y lleno de vida. Ellos,
junto a Garreth, Elliott y Scout, entre otros, nos llevarán de la mano por sus vidas,
temores, deseos y anhelos, recorriendo las calles de Tokio y Nueva York.
Sally lo
tuvo todo y se le escapó entre los dedos una noche cualquiera de hace diez
años. El dolor lo llenaba todo y se adueñó del espacio, dejando arrinconados al
resto de emociones que le desbordaron en ese momento. Ahora todo ha cambiado.
El paso del tiempo ha ejercido cierto bálsamo, pero, finalmente, el pasado colisiona
con su presente y también, quizá, con su futuro. Hudson siguió adelante cuando
todo se desmoronó. No miro atrás e hizo lo que le correspondía, lo que creía que
debía hacer. No se arrepiente. Un día cualquiera, años después de todo aquello,
el pasado vuelve de nuevo para dejarle claro de una vez que no se puede ocultar
la luna con un dedo y que el destino siempre está ahí y acaba regresando para
poner todo en su lugar.
Esta
es la historia de dos personas que desunieron sus caminos cuando ni siquiera
eran conscientes de lo que significaban el uno para el otro. Las circunstancias
eclipsaron a los sentimientos y la desolación y las dudas acabaron con todo. Cuando
las emociones vuelvan a estar a flor de piel y la sensualidad y el deseo se
enreden entre las sábanas, el empeño por hacer lo correcto y las dudas tomarán
su lugar y harán que nuestros protagonistas entren a formar parte de un
carrusel que les hará enfrentarse a lo que sienten realmente y a sí mismos.
Sally
es valiente, honesta y sincera con los que le rodean. Hudson es leal, bueno y
especial con la gente que le importa. Y juntos lo son todo. Nostalgia,
admiración y orgullo es lo que observan en los ojos del otro. A lo largo de los
capítulos crecen y maduran. Se dejan llevar libremente por todo lo que son y pueden
ser, con la esperanza de que podrán ser de nuevo si todo se alinea a su favor.
Lo que no saben es que ya son el uno del otro desde que tenían nueve años.
Si os animáis
a leer esta nueva novela, os vais a encontrar una historia que derrocha
ternura, empatía y amor en todas sus vertientes. Engloba a una trama
deliciosamente narrada y descrita en la que la amistad, el amor y la
ambientación de la misma son pilares fundamentales. Creo que no me equivoco si
esta es una de las historias más emotivas, sinceras y bonitas de la autora. Nos
cuenta un amor a fuego lento, que se forja entre pataletas y bromas infantiles,
dudas y rechazo ante lo que no se entiende y no se sabe ver y la pasión más
desmedida.
Enhorabuena, Cristina. Gracias por crear a estos personajes, darles
vida y emocionarnos con sus idas y venidas.
Puntuación: 5/5
* Gracias a la autora
por el envío del ejemplar.