Autora: Patricia Bonet
Editorial:
Autopublicada
Sinopsis
Los polos opuestos se atraen, y eso es algo que Héctor y
Jimena saben de sobra.
Un día, sus mundos colisionan y ya nada volverá a ser igual.
Pero hay cosas que uno no prevé. Hay veces en que, aunque no sea lo que esperas,
tienes que decir adiós a aquello que más quieres. Y el tiempo pasa, y la vida
sigue y todo cambia. Y te ves diciendo que sí a cosas que, a lo mejor, no
deseas, y te ves aceptando situaciones que nunca te hubieras imaginado.
Pero, cuando menos te lo esperas, el pasado se planta delante
de ti y te hace preguntarte si es cierto eso que te dices a ti mismo todos los
días: «¿He conseguido pasar página?».
Porque hay una cosa que está clara, y es que uno nunca sabe
lo que tiene hasta que lo pierde. ¿O
ellos sí lo sabían?
Opinión personal
Solo contigo, ¿recuerdas? es una historia intensa, íntima, de
dolor, de pérdida y de saber perdonar. De poder convivir en paz con el pasado
para tener un futuro. Es una novela bonita y, en determinados momentos, también
dura, con unos personajes perfectos dentro de sus imperfecciones y tan reales
que sientes que los puedes tocar.
Héctor y Jimena, los protagonistas,
se quisieron mucho y perdieron. Se ahogaron en el dolor y la distancia se
convirtió en insalvable e hicieron caminos separados. El inicio de la novela
nos presenta a cada uno de ellos en su situación actual y tanto uno como otro,
ya que la historia está escrita a dos voces, nos van mostrando pinceladas de lo
que fueron y pudieron llegar a ser.
Jimena lleva unos meses eternos
amoldándose a una vida que no le pertenece. Se ha adaptado y se ha dejado
llevar por inercia. Sus dos hermanas son las que hacen que mantenga los pies en
el suelo. Héctor continúa anclado a los recuerdos. Debe salir de ahí, pero no
encuentra la forma. Cuando ambos han decidido dar un paso más y cerrar el
pasado, el destino hace de las suyas, todo se desdibuja y lo de tiempo atrás
vuelve a cobrar más fuerza que nunca. Las dudas, el miedo a revivir cada
instante. Todo está ahí, a flor de piel, dispuesto a sacudirles por dentro.
Nuestra protagonista no es tan
valiente como aparenta. Es insegura e indecisa y se encuentra perdida la mayor
parte del libro. Nos cuenta cada uno de sus pensamientos y sentimientos,
despojándose capa a capa de todas con las que se ha cubierto a lo largo del
tiempo para protegerse. Llegó un momento crucial en su vida en el que todo
perdió sentido y el dolor y la rabia le cegaron. La culpa acabó llenando cada
resquicio y la canalizó sobre quién quizá menos lo merecía. Alejó e hizo daño a
la persona en la que debía haberse apoyado. A lo largo de los capítulos vemos
cómo crece su personaje, somos testigos de su transición paso a paso, pero la
carga que lleva sobre los hombros no la deja avanzar más rápido. Le falta
aprender a soltar, a dejar ir, a volar alto. Y lo logra. Llega el impulso
deseado cuando menos lo espera. Necesitaba perderse para volver a encontrarse.
Héctor le sigue a la zaga. Aguantó con estoicismo cada desprecio, cada silencio
y cada lágrima. Hasta que la realidad le abofeteó sin esperarlo, aunque se
engaña a sí mismo pensando así. Sabía lo que ocurriría antes de verbalizarlo,
ya que llegó un punto en el que ni él mismo se reconocía. Ya sabe qué necesita
para empezar de cero, pero hay algo en su interior que se lo impide. Y no se
puede dar carpetazo a algo que en tu corazón está muy vivo. Son dos personajes
que evolucionan juntos, cada uno a su manera. Vuelven a confiar, se sinceran
como nunca antes lo han hecho e intentan comprender emociones dispares como el
egoísmo, la desidia o el anhelo. Se redescubren y conocen a las personas en las
que se han convertido, aunque la piel tiene memoria y sigue intacta. Es difícil
comprender que lo tuvieron todo, lo dejaron ir y ahora no son nada.
Si os decidís por esta novela como
lectura, os encontraréis con una trama emotiva, fresca, bonita, íntima,
especial y deliciosamente hilada, que alterna pasado con presente, con una
narración fluida y ágil que resulta adictiva. La pluma de la autora es
delicada, auténtica y está repleta de matices. Los personajes, tanto
principales como secundarios, están bien planteados y construidos, hacen más
completa la obra y aparecen en escena siendo indispensables unos para el
desarrollo de otros, como por ejemplo Iván y las gemelas, que tienen gran peso
en la misma y son cruciales en varias partes.
¿Os gustan las historias de
crecimiento personal, segundas oportunidades y repletas de amor? Entonces este
libro es el vuestro. Patricia, como sabes, es la primera novela tuya que leo,
pero no será la última. Felicidades.
Puntuación: 4.5/5
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