Autora: Elísabet
Benavent
Sinopsis
Macarena ha conseguido poner su vida y su trabajo en orden.
Macarena cree que Candela es la ayudante que necesita.
Macarena empieza de nuevo.
Leo sigue presente... como amigo.
Y mientras Macarena vuela...
Jimena se obsesiona con el pasado de Samuel,
Adriana no puede seguir luchando contra ella misma.
Porque las canciones que fuimos se convierten en pasado.
Porque los recuerdos que seremos son el futuro.
Opinión personal
Y por fin hemos descubierto el desenlace de esta bilogía
que nos ha enamorado. Tras todo lo acontecido al final de la primera parte de
la historia, ahora encontramos a los protagonistas en una nueva tesitura, un
nuevo comienzo en la casilla de salida que debe llevarles a lo que realmente
desean para sentirte bien consigo mismos. Ha llegado su momento de pasar página
y dejar todo el pasado atrás, pero, ¿realmente están preparados para ello
apartando todos los recuerdos? ¿Y si lo que sienten aún es demasiado intenso? Muchos
interrogantes se hacen hueco a pasos agigantados…
Macarena ha escuchado ya de los labios de él ese “lo
siento” que tanto necesitó escuchar hace tiempo. Sabe que ya puede seguir
adelante, aunque eso que le aprieta el corazón y el estómago cuando Leo está
cerca, esté lejos de desaparecer. Poco a poco, vamos viendo a una chica
reconstruyéndose, convirtiéndose en la mujer que siempre quiso ser, y que, por dolor
y desidia, quedó alejada en un rincón. A medida que nos adentramos capítulo
tras capítulo en su vida, empatizamos más y más con ella y sentimos lo que ella
siente. Crece y aprende a quererse y conocerse, como siempre debió hacer. Se
centra en ella, en sus sueños y anhelos, relegando a un segundo plano todo lo demás.
Porque como Frida Kahlo dijo una vez: “Enamórate de ti, de la vida, y luego de
quien tú quieras”. Leo, por su parte, también está preparado para olvidar.
Empieza una vida sin ella en la que no necesita nada. Tiene todo lo que quiere
y espera de la vida, recuperando cosas que creía irrecuperables. Pero se niega
a ver que la persona con la que comparte su día a día es la equivocada. No
tienen chispa, no siente la magia. Esa amistad que pretende tener con Maca, proporciona
inestabilidad a su mundo. Los recuerdos y las canciones siguen ahí presentes,
acechando y amenazando con hacer daño. Ambos aportan al otro el equilibrio que
necesitan y tienen que aprender a reconocerse, porque ya no son los chiquillos
que fueron, las prioridades han cambiado y la forma de querer y sentir ha
madurado.
Jimena y Adriana también tienen bastante con lo que
lidiar en la novela. Jimena teme escuchar una respuesta que no está preparada
para oír ni entender. Necesita comprender y no dejarse arrastrar por los
prejuicios. Cuando sea plenamente consciente de su actitud, puede que haya
alejado de ella a quien más quiere. Y Adriana está perdida. Se ha dado cuenta
que negarse quién es en realidad la mantiene en un estado de infelicidad y
desasosiego perpetuo. Debe empezar a cerrar puertas de una vez y abrir ventanas
que le permitan respirar aire puro de verdad. Tiene gente alrededor que la
adora y nunca la dejarán caer. A veces, nos encerramos tanto en nosotros mismos
que no vemos todo lo que nos rodea.
Esta es una historia de superación, de segundas
oportunidades; una novela sobre querer incondicionalmente, sobre apoyo mutuo,
amistad, amor, familia; sobre crecer, madurar, conocerse sin medidas y caerse y
levantarse de forma obligatoria. Os encontraréis a unos personajes fuertes,
luchadores, con carácter, que se meten dentro de ti, desenvolviéndose en escenas
sinceras, con garra, intensas y diálogos atrapantes, descritos con una pluma
fascinante y repleta de matices. Amor y vida real en estado puro. ¡Gran novela
y gran historia! Felicidades Elísabet.
Puntuación: 4.5/5
* Gracias a la
editorial por el envío del ejemplar.
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