Estoy
rota, deshecha por dentro. Creía que este momento nunca llegaría y aquí estoy,
apenas un año después, sentada ante unos papeles que esperan mi firma, una
rúbrica que confirme que todo ha terminado entre los dos. Tantos sueños y
esperanzas tirados a la basura. Me tiembla el pulso y me atrevo a alzar la
vista. Craso error. En el momento en el que él dirige su mirada hacia mí,
siento como me resquebrajo. Mi corazón se parte en mil y un pedazos, si es que
no lo estaba ya, haciendo que todo deje de tener sentido.
Nos
quisimos tanto que hasta dolió, pero todo terminó de mala manera. No existen
disculpas y excusas suficientes para superar y dejar atrás lo que pasó. Por
mucho que se quiera arreglar algo que se ha roto, nunca volverá a estar como al
principio. Y con esta idea en mente garabateo lo que parece ser mi nombre en
esas hojas que suponen la sentencia de muerte para lo nuestro. Aquello que
nunca más lo será.
Me
pongo en pie dejando caer mi alianza en su regazo al pasar por su lado, atravieso
la puerta y al hacerlo, las lágrimas que he contenido comienzan a derramarse
por mis mejillas. Ahora, solo queda una pregunta: ¿merece la pena sonreír cuándo
estás tan destrozada? Soy consciente de que el dolor que se ha instalado en mi
interior me acompañará por siempre, a pesar del tiempo y los posibles amores
que puedan aparecer en mi vida. Porque cuando tú le entregas el alma a alguien
nunca te será devuelta. Y por mucho daño que me haya hecho yo se la entregué el mismo día que nos conocimos.
(Imágenes: Pinterest)
Maravilloso, maravilloso, maravilloso maravilloso. Muaks.
ResponderEliminarhola,
ResponderEliminarque cosa mas bonita. Me ha encantado la forma en que expresais el sentimiento de la persona que deja ser querida y sigue enamorada. Precioso
besos