Reseña Era diciembre

Título: Era diciembre

Autora: Alejandra Beneyto

Editorial: Autopublicada

Sinopsis

Emi juró que no volvería. Emi aún sufre al pensar en lo que ocurrió. Emi no está preparada para afrontar lo que dejó atrás. Y, sin embargo, Emi tiene en la mano un billete de avión.

Al otro lado del océano, Julien no ha superado el pasado. Julien aún tiembla cuando escucha su nombre. Julien no puede ni pensar en volver a tenerla cerca.

La hostilidad de él es lo primero que Emi encuentra cuando pone un pie en la que fue su casa. Por delante tiene pocos días para averiguar a dónde fueron a parar los recuerdos y también para entender por qué su vida parece haberse escrito sobre algo que no pasó como ella imaginaba.

Una pista de hielo que ya no brilla. Una ciudad que aún encierra sus pasos. Y un nuevo diciembre para demostrarse que decir adiós no es sinónimo de olvido; que hay historias que se congelan en la memoria, que por mucho que quieras huir siempre te atrapan. Y que, tal vez, la suya sea una de ellas.

Opinión personal

Tengo varias novelas de Alejandra esperando en mi estantería a ser leídas, pero, cuando supe que esta historia iba a ver la luz, tuve que hacerme con ella. Y tan solo unas horas me ha durado su lectura. Era diciembre es una historia intensa, íntima y especial, de segundas oportunidades y de saber y ser capaz de superar el dolor y hacerle frente. Es un libro repleto de magia y sentimientos bonitos, que se ven aún más enardecidos en esta época del año tan entrañable que se avecina.

Los protagonistas son Emi y Julien. Ellos se conocieron años atrás y se enamoraron perdidamente. Vivieron tan intensamente que, sin hacer nada por evitarlo, se acabaron consumiendo. Ahora ha pasado el tiempo, vuelven a reencontrarse y ya  nada es como esperan. El dolor y el rencor lo llenan todo. ¿Serán capaces de olvidar y dejar hueco para el presente y quizás un posible futuro?

Emi está luchando por conseguir una plaza fija como asistente social y elude echar la vista atrás hacia ese pasado que aún le duele y atormenta. Una invitación para un momento importante en la vida de una de sus mejores amigas y un vuelo eterno  después se ve cara a cara con ese pasado que creía haber superado. Lo que menos imaginaba Julien ese día era que iba a tener enfrente a la mujer que le destrozó la vida. Un reencuentro, odio y rabia rebosando por cada poro de sus pieles y una ciudad, Chicago. Su ciudad. Aquella que les vio crecer, amar y diluirse en el camino. Sus calles fueron testigo de sus inicios, de cada lágrima y también del final. Justo ahora descubren a dos personas distintas y desconocidas para el otro, que solo desean seguir y avanzar, sin ser conscientes del todo que el otro posee la parte que les completa y les hace sentirse llenos de nuevo. Todo este tiempo ambos han ido viviendo por inercia, días tras día, sin preocuparse de nada más. Conociendo a otras personas pero sin dejarse conocer de verdad, sintiendo otras pieles pero sin permitirse sentir igual y entregarse por enteros. Tienen miedo de que el pasado les alcance y les obligue a mirarse de nuevo. Y vaya si ocurre. Ninguno de los dos está preparado para el tsunami que les arrasa por dentro. Ella solo quiere ser cordial. Se ha construido su vida sobre una mentira de algo que desconocía y no es como creía, pero él no la quiere cerca. Prefiere abandonarse al dolor y sobrevivir. Ambos lo han hecho, aunque cada uno a su manera.

Les vemos crecer y evolucionar muchísimo a lo largo de los capítulos. Los Emi y Julien actuales no son los del pasado. La juventud e inexperiencia sumaron para dar lugar a un cóctel explosivo que les acabó ahogando en la rutina, la inseguridad, los planes a medias y la desidia. Emi ahora es más sensata y menos impulsiva, piensa mucho las cosas antes de hacerlas. Verse allí, donde lo fueron todo y aquello se les escurrió entre los dedos, la anima a sentirse más valiente y confiada y a encontrar respuestas a los interrogantes que quedaron en el aire. Julien halló también su lugar en el mundo, se siente realizado y diría que es feliz y no puede evitar ser mordaz con su pasado. Juntos aprenden de nuevo a respetarse, a tomar conciencia y evitar repetir los mismos errores, a confiar y a dejarse llevar sin dudas y miedos, aprovechando cada una de las manos que el destino quiera tenderles. Y es que el deseo y el amor siguen latiendo, aunque se lo nieguen, aunque no quieran escuchar…

Esta novela es sin duda un libro perfecto para esta Navidad. Es una historia bonita, sencilla y complicada a la vez, abrumadora y cargada de emociones. Con una narración fluida y con ritmo y una pluma deliciosa repleta de matices, la autora nos embarca en una trama bien desarrollada e hilada y unos protagonistas magníficamente construidos, con sus luces y sombras, imperfectos, cercanos y reales. Los personajes secundarios dotan de mayor realidad y dinamismo a la obra y tienen gran peso en ella. Dan de vez en cuando el empuje que Julien y Emi necesitan y les hacen ver las situaciones con mayor claridad.

Si os gustan las historias de perdón, de segundas oportunidades, de dejar los miedos atrás y arriesgarse, de ser valiente, de no huir y de amar sin medida, esta es vuestra novela. Enhorabuena por esta maravilla, Alejandra.

Puntuación: 4.5/5