Título: No lo llames deseo
Autora: Noelia Amarillo
Editorial: Esencia
Sinopsis
El amor no es tan
maravilloso como lo pintan. El amor es deseo, caricias y risas, pero también
traición y dolor. Es agonizar hasta desaparecer, hasta darte cuenta de que no eres
capaz de reconocerte ante el espejo. He amado con locura. Me he roto en pedazos
y he tardado meses en volver a ser poco más que una sombra del hombre que era.
Así que no pienso caer en el mismo error. Porque amar es un enorme y terrible
error.
Y no me importa si ella es dulce, divertida y leal. Si me
descubre su corazón en casa sonrisa. No importa que me falte el aire cuando
ella no está a mi lado. No voy a cometer el error de enamorarme de ella. Porque
el amor duele, desgarra, exige y, al final, mata. Y yo no sé si podré resurgir
de mis cenizas de nuevo.
Opinión personal
Desde el momento en el
que conocí las novelas de Noelia tuve claro que disfrutaría de todas y cada una
de ellas. Y es que es una de esas escritoras que me hace disfrutar de cada
escena leída y, sobre todo, consigue que me ría a carcajadas con cada una de
las ocurrencias de sus personajes. Sin embargo, con la historia de Calix ha
conseguido llegar un poco más adentro y terminar dejándome un sabor agridulce.
Al final de “No lo llames pasión” somos conscientes de la
dura transformación que ha sufrido Calix a lo largo de toda la historia y sobre
todo de la manera que lo ha hecho. Ha dejado de ser una persona extrovertida,
divertida y superficial para terminar convirtiéndose en alguien retraído, en un
gato herido que ha visto como su mundo se ponía patas arriba. Verónica ha
terminado de fastidiarle la vida para hacer de él una persona totalmente
distinta.
El Calix que nos encontramos en “No lo llames deseo” es tímido y, sobre todo, miedoso cosas de las que sigue teniendo la culpa su
expareja, ya que no deja de llamarle de forma semanal. La vida de este
segoviano se ha reducido a correr por la mañana, más por necesidad que por mantener
un físico, a ir al trabajo, volver a casa de Rodrigo donde sus amigos no le
dejan solo durante todo el tiempo que a él le gustaría. Y la llamada semanal con la que se pone al día con Vero.
Lo que nuestro protagonista no sabe es que todo esto está
a punto de cambiar. Y es que, con las llegadas de Uriel e Iskra a su vida, todo
dará un giro de 180º y ambos conseguirán que Calix empiece a resurgir de las cenizas en las que lo dejó sumido su relación con Vero.
Por un lado, tenemos a Uriel, un chico extrovertido y extravagante que, como
la misma autora le ha descrito, es puro sexo, puro fuego, pero también tiene un
lado tierno al que no deja acceder a nadie. ese será el encargado de despertar a Calix de su letargo y se encargará de su parte más pasional. Por otro lado, tenemos a la chispa, a la alegría, a esa niña
que nació en una pequeña aldea y que viene a sorprenderse con la gran ciudad. Y
no solo eso, también caerá totalmente rendida a los pies de nuestro chico de
ojos verdes. Así que a ella le tocará llevarse la ardua tarea de despertar su lado más romántico, ese que tan machacado tiene, tendrá que recomponer su corazón. por lo que Iskra se queda con la tarea más complicad, ya que Calix aún no está preparado para dar
ese gran paso.
¿Dejará el segoviano que sus amigos le curen las heridas?
¿decidirá dar el paso y continuará con su vida hacia delante? ¿Romperá finalmente
la correa a la que Verónica aún le tiene atado?
Siempre identifico a esta autora con lecturas divertidas
y eróticas, donde destaca un punto de novela de misterio. Sin embargo,
en “No lo llames pasión” considero que ha ido un poco más allá. Aquí nos
entrega una persona rota, pero no lo hace por un pasado tormentoso ni por una
historia rocambolesca, no. En este caso lo que ha roto a nuestro protagonista
es el sentimiento más puro, el amor.
Desde mi punto de vista la autora ha relatado de forma
magistral la recomposición de esa persona y como poco a poco a dejado de estar
encerrada en ese pozo de oscuridad para bañarse de todos los colores que comienzan a rodear su mundo. También he destacar que me ha parecido realmente curioso el hecho de que
cada capítulo esté titulado con una palabra diferente, porque gracias a esto he
podido incluir algunas a mi vocabulario.
Tengo que confesar que he decido centrar mi reseña en
Calix porque es el personaje que mayor evolución tiene a lo largo de toda la
historia y porque siento debilidad por él. Sin embargo, no puedo olvidarme de
esa alocada comunidad de vecinos donde más que compañero de edificio son una
pequeña familia.
Gracias Noelia por una novela llena de ternura y pasión,
pero sobre todo por regalarnos un libro donde la amistad prima, donde eres
testigo de cómo los amigos pueden llegar a curar tus heridas y hacer de ti una
nueva persona. Ahora me voy a disfrutar de la historia de Uriel, que promete.
Puntuación: 4.5/5
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