17 dic 2019

Reseña Solo contigo, ¿recuerdas?





Título: Solo contigo, ¿recuerdas?
Autora: Patricia Bonet
Editorial: Autopublicada






Sinopsis

Los polos opuestos se atraen, y eso es algo que Héctor y Jimena saben de sobra. 

Un día, sus mundos colisionan y ya nada volverá a ser igual. Pero hay cosas que uno no prevé. Hay veces en que, aunque no sea lo que esperas, tienes que decir adiós a aquello que más quieres. Y el tiempo pasa, y la vida sigue y todo cambia. Y te ves diciendo que sí a cosas que, a lo mejor, no deseas, y te ves aceptando situaciones que nunca te hubieras imaginado.

Pero, cuando menos te lo esperas, el pasado se planta delante de ti y te hace preguntarte si es cierto eso que te dices a ti mismo todos los días: «¿He conseguido pasar página?». 

Porque hay una cosa que está clara, y es que uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde. ¿O ellos sí lo sabían?


Opinión personal

Solo contigo, ¿recuerdas? es una historia intensa, íntima, de dolor, de pérdida y de saber perdonar. De poder convivir en paz con el pasado para tener un futuro. Es una novela bonita y, en determinados momentos, también dura, con unos personajes perfectos dentro de sus imperfecciones y tan reales que sientes que los puedes tocar.

Héctor y Jimena, los protagonistas, se quisieron mucho y perdieron. Se ahogaron en el dolor y la distancia se convirtió en insalvable e hicieron caminos separados. El inicio de la novela nos presenta a cada uno de ellos en su situación actual y tanto uno como otro, ya que la historia está escrita a dos voces, nos van mostrando pinceladas de lo que fueron y pudieron llegar a ser.

Jimena lleva unos meses eternos amoldándose a una vida que no le pertenece. Se ha adaptado y se ha dejado llevar por inercia. Sus dos hermanas son las que hacen que mantenga los pies en el suelo. Héctor continúa anclado a los recuerdos. Debe salir de ahí, pero no encuentra la forma. Cuando ambos han decidido dar un paso más y cerrar el pasado, el destino hace de las suyas, todo se desdibuja y lo de tiempo atrás vuelve a cobrar más fuerza que nunca. Las dudas, el miedo a revivir cada instante. Todo está ahí, a flor de piel, dispuesto a sacudirles por dentro.

Nuestra protagonista no es tan valiente como aparenta. Es insegura e indecisa y se encuentra perdida la mayor parte del libro. Nos cuenta cada uno de sus pensamientos y sentimientos, despojándose capa a capa de todas con las que se ha cubierto a lo largo del tiempo para protegerse. Llegó un momento crucial en su vida en el que todo perdió sentido y el dolor y la rabia le cegaron. La culpa acabó llenando cada resquicio y la canalizó sobre quién quizá menos lo merecía. Alejó e hizo daño a la persona en la que debía haberse apoyado. A lo largo de los capítulos vemos cómo crece su personaje, somos testigos de su transición paso a paso, pero la carga que lleva sobre los hombros no la deja avanzar más rápido. Le falta aprender a soltar, a dejar ir, a volar alto. Y lo logra. Llega el impulso deseado cuando menos lo espera. Necesitaba perderse para volver a encontrarse. Héctor le sigue a la zaga. Aguantó con estoicismo cada desprecio, cada silencio y cada lágrima. Hasta que la realidad le abofeteó sin esperarlo, aunque se engaña a sí mismo pensando así. Sabía lo que ocurriría antes de verbalizarlo, ya que llegó un punto en el que ni él mismo se reconocía. Ya sabe qué necesita para empezar de cero, pero hay algo en su interior que se lo impide. Y no se puede dar carpetazo a algo que en tu corazón está muy vivo. Son dos personajes que evolucionan juntos, cada uno a su manera. Vuelven a confiar, se sinceran como nunca antes lo han hecho e intentan comprender emociones dispares como el egoísmo, la desidia o el anhelo. Se redescubren y conocen a las personas en las que se han convertido, aunque la piel tiene memoria y sigue intacta. Es difícil comprender que lo tuvieron todo, lo dejaron ir y ahora no son nada.

Si os decidís por esta novela como lectura, os encontraréis con una trama emotiva, fresca, bonita, íntima, especial y deliciosamente hilada, que alterna pasado con presente, con una narración fluida y ágil que resulta adictiva. La pluma de la autora es delicada, auténtica y está repleta de matices. Los personajes, tanto principales como secundarios, están bien planteados y construidos, hacen más completa la obra y aparecen en escena siendo indispensables unos para el desarrollo de otros, como por ejemplo Iván y las gemelas, que tienen gran peso en la misma y son cruciales en varias partes.

¿Os gustan las historias de crecimiento personal, segundas oportunidades y repletas de amor? Entonces este libro es el vuestro. Patricia, como sabes, es la primera novela tuya que leo, pero no será la última. Felicidades.

Puntuación: 4.5/5


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