6 abr 2016

Hazme sentir de nuevo (Parte 9 -Final-)


Tras seis años eternos soñando con ese momento por fin volvían a unir sus labios. Todo a su alrededor se desdibujó y ambos volvían a ser esos chiquillos de dieciséis años que empezaban a descubrir el amor. El beso estaba lleno de anhelo, deseo, pasión pero sobre todo de amor, de ese amor que a pesar de todo lo que había soportado no se había extinguido. Los dos se separaron cuando les faltaba el aire.

Leyre, la vida es muy corta para seguir esperando y ahora que al fin has vuelto a mí, sabrás que no estoy dispuesto a dejarte huir. Quiero que a partir de este momento lo compartamos todo.

            Hugo se arrodilló frente a ella mostrando una caja de terciopelo azul marino, que abrió con sumo cuidado mientras miraba a Leyre con cautela.

Hugo… susurró ella sobrecogida por el momento.

Cariño, solo quiero pasar contigo el resto de mi vida. ¿Es tanto pedir? le sonrió poniendo esa cara de pillo que tanto le había enamorado en su adolescencia.

¿Estás seguro? preguntó ella con prudencia.

No he estado tan seguro de nada en lo que llevo de vida. ¿Qué me dices? ¿Quieres casarte conmigo?

Claro que sí. Nunca había deseado nada tanto.

            Leyre se dejó caer contra Hugo haciendo que ambos se deslizasen hasta el suelo envueltos en el estallido de su risa. Él retiró un mechón de la cara de ella para volver a besarla. La besó con el alma, entregándole todo lo que había quedado de él tras tanto sufrimiento. Se levantaron con una tonta sonrisa pintada en el rostro y los ojos puestos en el anillo que coronaba el dedo anular de Leyre.

Ahora serás para siempre “la princesa de nuestro cuento infinito”. con otro beso sellaron ese amor que entre ellos nunca se acabaría, pasase lo que pasase.

           Cuando se detuvo unos instantes ese tiovivo de emociones en el que se hallaba inmersa, Leyre comprendió que al igual que no se puede dejar de lado a la familia y amigos, nunca se debe renunciar al amor. Es la fuerza que nos empuja a luchar con garras y dientes y no dejarse vencer, pese a las piedras que aparezcan en nuestro camino.


                           (Imagen: Pinterest)


3 comentarios:

  1. Oh, qué bonito y emotivo final. Y qué pena de que se acabe.

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  2. Soys unas genias. Preciosa historia. Espero q en breve nos deleitéis con otra. Felicidades. Muaks.

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