Autora: Cristina Prada
Editorial: Zafiro
Sinopsis
Livy Sutton tiene veintiséis años y acaba de casarse
con el señor Fisher después de tan sólo cuarenta y dos días de relación, pero
esas seis semanas han sido las más intensas de sus vidas.
Benedict Fisher es difícil, arrogante, mandón,
posesivo y siempre ha sabido lo que quiere, pero está loco por la desafiante e
insolente Livy, una mujer de armas tomar. Empresario de éxito, nunca ha
fracasado en nada, salvo en un aspecto de su vida, y no piensa permitir que eso
vuelva a suceder.
Después de una luna de miel increíble en Capri
regresan a casa. Allí las cosas no serán sencillas para Livy, quien deberá
demostrar que se ha ganado su nuevo puesto en Fisher Media por méritos propios,
lidiar tanto con su familia como con la de Benedict, ya que ambas se oponen
tajantemente a su relación. Y por si todo esto fuera poco, Benedict sigue
poniéndoselo deliciosamente difícil, pero no importa porque ahora es la señora
Fisher y no es ninguna niña asustadiza.
¿Qué puedes hacer cuando todo a tu alrededor se
complica y debes demostrar constantemente lo que vales? ¿Qué ocurre si el
hombre de tu vida ya vivió el amor, ya lo perdió, ya fracasó? ¿Qué pasa si
todas sus primeras veces se llaman Blair? ¿Qué sucede si Blair regresa?
El sexo como moneda de cambio, el amor como respuesta
a todo. El querer incondicionalmente, sin medida, el sentir que la otra persona
construye tu mundo con sus manos. Pasión, sensualidad, la ciudad de tus sueños,
la vida de tus sueños..., él
¿Quieres conocer a la señora Fisher? Ven a Seattle,
descubre su historia y enamórate.
Opinión personal
Cristina Prada ha vuelto a enamorarme otra vez. Siempre
lo consigue. En esta nueva historia de amor ha logrado darle una vuelta de
tuerca a todos los tópicos, empezando por la forma de narrarla, ya que ésta comienza
por donde otras novelas terminan. Aquí vemos a los protagonistas caerse,
levantarse, superar miedos y obstáculos, sufrir, amar y perdonarse. ¿Estáis
dispuestos a acompañarles en el viaje de sus vidas?
Benedict y Livy. Livy y Benedict. Ambos no lo han tenido
fácil pero siempre han salido victoriosos de cada una de las batallas que han
tenido que librar, aunque las heridas siguen ahí, sin curarse del todo. Cuando
se conocen, la atracción y la química tan brutal que sienten, ponen su mundo
del revés y comienzan una relación intensa que les lleva a una boda, precipitada
para muchos, pero perfecta para ellos. Sin embargo, tras una idílica luna de
miel, la burbuja se rompe con la vuelta a la realidad. Entrarán en juego
personajes secundarios que no están de acuerdo con su relación, las
inseguridades y los temores del pasado que aún arrastran, pero sobre todo,
tendrán que hacer frente a sus sentimientos, que a veces pueden llegar a asustar
tanto o más que una terrible pesadilla.
Benedict, el protagonista masculino, no es el tipo de
hombre al que la autora nos tiene acostumbradas en sus libros. Este es más
real, más humano. No es el típico hombre traumatizado y con alergia al
compromiso, sino uno que conoció el amor en el amplio sentido de la palabra y
lo perdió. ¿Cómo sobreponerse a eso? Cuando todo ocurrió se cerró en banda y
protegió su maltrecho corazón bajo numerosas capas. En cambio, al conocer a
Olivia, esas capas se deshacen como copos de nieve al contacto con el sol y
decide arriesgarse, a sentir de nuevo, aunque el miedo le paralice y le impida
confesar lo que siente. Ese miedo que le cala hasta los huesos y que, en
ocasiones, le aleja de todo lo que quiere y anhela. No oculta quién es ni cómo
se siente, no se avergüenza de mostrarse débil. Livy, por su parte, es inteligente,
mordaz y dicharachera. Es una superviviente, una valiente que siempre ha salido
de problemas sin la ayuda de nadie. Al cruzar su camino con el de Benedict ya
nada es igual. Despierta sus instintos más primarios como nadie lo ha hecho y
no duda ni un segundo en entregarse sin reservas. Tiene tremendamente claros
sus sentimientos y puede parecer que irradia seguridad por todos sus poros,
pero es una simple fachada. Cuando fantasmas del pasado de su marido regresan
al presente, todas esas inseguridades que siempre le acechan se convierten en
algo palpable que la va ahogando poco a poco. Pese a todo, nunca se deja vencer
y lucha por lo que desea. A lo largo de su historia, los dos aprenden a querer
y quererse, a sincerarse, a hacerse respetar y demostrar su valía y a vivir
libremente sin dejar entrar en su mundo las opiniones dañinas de los demás. En
definitiva, maduran (en mayúscula) y creen en lo que de verdad importa y merece
la pena: ellos y su amor.
Si os animáis a leer esta historia, no os defraudará. La
autora ha creado una novela de superación personal, de segundas oportunidades,
con un trasfondo maravilloso que no decepciona. Es intensa, intimista,
divertida, distinta, emotiva, romántica y despierta conciencias y libera
prejuicios. La trama discurre de forma ágil y dinámica, con una narración
fluida y con matices propios del estilo descriptivo de Cristina, en la que, por
medio de flashbacks, conocemos el
pasado de los protagonistas. Estos personajes están perfectamente definidos y
construidos y son el contrapunto ideal del otro, su equilibrio. Los personajes
secundarios están ahí para desestabilizar y mejorar en determinados aspectos su
relación. No hay mejores amigos esta vez, una figura imprescindible en los
libros anteriores de la autora. Livy y Benedict sólo se tienen el uno al otro,
aspecto que, quizás, hace que se sientan más unidos y compenetrados desde el
principio.
Felicidades de nuevo por lograr emocionarme, Cristina. Ya
sabes que espero saber más de esta pareja y ciertos personajes en un futuro.
Puntuación: 5/5
* Gracias a la autora
por el envío del ejemplar.