Autora: Elena Montagud
Sinopsis
A
sus treinta y un años, Carol es una traductora que vive en Barcelona y que está
a punto de ver cómo un tsunami emocional sacude su vida. Primero es Samuel, su
pareja, a quien descubre en su propia cama haciendo con otra lo que ella tanto
echaba de menos. Y luego una llamada desde el pueblo: un difícil trance
familiar al que deberá enfrentarse sola.
Pero
de repente su destino se cruza con el de Isaac Salazar. No es que sea un tipo
demasiado simpático, pero sin embargo hay algo en él que resulta atrayente,
casi irresistible. Como una de esas tonadas que se meten en la cabeza sin
querer, la mirada profunda de Isaac, sus escasas sonrisas y su intensidad a la
hora de hacer el amor terminan ocupando el corazón de Carol. Y ella desea, casi
a su pesar, saber más cosas de él: volver a verlo, bailar a su lado durante
noches enteras... Como bailaba cuando era una cría con su mejor amigo, un niño
que nunca fue como los otros y cuyo recuerdo regresa ahora, inesperadamente,
con más fuerza que nunca.
A
medida que sus encuentros con Isaac se suceden, Carol tendrá que vencer sus
propios miedos y los secretos que ambos guardan y rendirse a esa mirada mágica
que le estremece la piel.
Opinión personal
Leer una novela de Elena Montagud es sinónimo de emociones a
flor de piel, intensidad y romanticismo por doquier. Quizás esta nueva novela
es la más íntima y personal de las que ha publicado hasta ahora, al menos a mí
me lo parece.
En esta obra conocemos a Carol e Isaac, dos personas que han
sobrevivido a lo que el destino ha decidido poner en su camino y donde, en un
momento dado, se encuentran en un punto determinado que resultará clave. A
partir de ahí, vivirán algo para lo que puede que no estén preparados. Darán un
paso adelante y dos más atrás y volverán a sus pasados más de lo que les
gustaría. Y es que a veces recordar duele. Ella es luz y curiosidad; él,
sombras y dudas. Juntos lo son todo. Eso sí, si se atreven a intentarlo...
Cada capítulo de la novela está narrado por la protagonista
en primera persona y nos va mostrando pinceladas de su pasado, hiladas a su vez
con su presente. Vamos despojando a Carol página tras página de cada una de las
capas con las que ha ido cubriéndose y reforzando su corazón, su alma y su
mente a lo largo de los años, hasta dar con la mujer que es: una joven llena de
dudas y miedos, con culpas por parte del pasado, que se ha refugiado en una
vida apacible y sencilla. Una joven que se entrega entera, sin remordimientos,
cuando siente de verdad, a pesar de que el golpe sea demasiado fuerte tras la
caída. Un hecho puntual e inevitable la lleva a internarse de forma inesperada
y brusca en ese pasado que se ha obligado a arrinconar, porque sufre demasiado
y cree que no está preparada para soportarlo. Pero sí lo está, aunque no sea
consciente del todo. A lo largo de los años, se ha convencido de que podía
haber hecho más, a pesar de estar hundida y no ver la salida de ese pozo oscuro
en el que se hundió cuando aquello ocurrió. En medio de esa vorágine de
sentimientos contradictorios que la acosa aparece Isaac, un hombre misterioso y
enigmático, que oculta mucho más de lo que muestra a simple vista. Él solo
quiere dejar ir ese sentimiento de oscuridad, falsa seguridad y apatía que
siempre le acompaña, al que no le da importancia hasta que ella llega. Quiere
ser mejor, para sí mismo y por Carol, aunque su cabeza le diga una cosa y su
corazón otra. Todo cambia de perspectiva y tiene delante la oportunidad que
siempre ha estado esperando. Alguien les unirá de tal forma, sin esperarlo y
sin sospecharlo, que ya no hay vuelta atrás. El destino con diversas mentiras
añadidas les hará ir y volver varias veces, dejándose la piel y un trocito de
corazón en cada una de ellas. Hasta que no queda nada, o todo, o hasta que
deseen quedarse definitivamente en el otro.
Elena retrata muy bien parte del reflejo de la sociedad en la
que vivimos, una situación actual que por desgracia existe y aparece demasiado
a menudo. Vivencias en las que el terror, la rabia, la apatía y el dolor se
esconden tras pesados silencios y miradas vacías. Ha logrado dibujar una
historia intensa, sensible, real y cercana, narrada con tacto, mimo y elegancia
y con un ritmo pausado, aderezada con escenas eróticas muy cuidadas. Los
personajes están construidos de forma magistral, dotados de tal calidez que les
hace más humanos, los sientes como tal, aunque tengan sus luces y sombras, sus
virtudes y defectos, como cada uno de nosotros. La otra trama que acompaña a la
historia romántica como tal, sobre la que se apoya, hace mucho más completa si
cabe la obra. Hay una carta escrita por alguien muy especial, que descubriréis
si lees la historia, que me rompió en pedazos y me llenó de esperanza y paz a
la vez. Tal cual. Creo que todo el mundo debería leer este libro al menos una
vez en la vida. Mi más sincera enhorabuena a la autora.
Puntuación: 4.5/5
* Gracias a la
editorial por el envío del ejemplar.
Holaa, guapísima.
ResponderEliminarSiempre me encantan tus reseñas, se nota lo mucho que disfrutas y el cariño que les pones. Y eso es lo que siento al leer la que has hecho de mis chicos: mucho cariño y mimo. Gracias por entenderlos tan bien, por dedicarles tu tiempo y por reocmendarlos 🥰🥰
Gracias a ti por darles vida. Ya sabes que siempre es un placer y un honor leerte.
Eliminar¡Un besazo, bonita!
Me encanta como escribe Elena, la sigo desde su primer libro y nunca deja de sorprenderme, pero con este último se ha superado con creces. Estupendo libro y fantastica reseña.
ResponderEliminar¡Gracias por tus palabras, Paqui!
EliminarY la verdad es que sí, creo que la autora se ha superado y ha creado un libro muy intenso y necesario. ;)