8 ene 2019

Reseña Egomaniac





Título: Egomaniac
Autora: Vi Keeland
Editorial: Terciopelo






Sinopsis
Emerie llega a Nueva York para comenzar su nuevo trabajo como terapeuta familiar. Ha alquilado para su consulta una gran oficina compartida en una ubicación fantástica y asequible, dos cosas difíciles de encontrar cuando se vive en Nueva York. Hasta que se percata que ha sido estafada y le han robado 10.000 dólares. Drew, el dueño de la oficina, se apiada de ella y acepta que se quede si a cambio le ayuda también a él trabajando como su recepcionista. La oficina puede ser grande, pero no lo suficiente como para contener la tensión sexual que hay entre los dos.
Mientras Emerie y Drew luchan por controlar sus impulsos, Drew por su parte tiene sus propios problemas, lidiando con la posibilidad de que su hijo pequeño, que tuvo con su ex, no sea suyo.

Opinión personal

Esta autora ya consiguió ganarme con su anterior novela publicada en España, Bossman. Cuando vi que llegaba una nueva historia no pude dejarla pasar. Egomaniac ha resultado ser una lectura fresca, adictiva, sexi, ligera y sumamente divertida, que logra que seas incapaz de despegarte de sus páginas hasta llegar al final.

Una estafa y una coincidencia ponen en el instante preciso y el lugar adecuado a Emerie y a Drew, dos personas tan distintas como la noche y el día y que no esperaban encontrarse. Emerie es psicóloga y ha acabado viviendo en Nueva York. Ha ido siguiendo a su corazón y buscando dar un giro a su carrera profesional para la que tanto se ha formado. Lo que no espera es descubrir que le han engañado y que aparezca en su vida Drew, un abogado carismático, arrogante y con una sonrisa que consigue que le tiemblen las rodillas. La aparición de Emerie en el bufete de Drew supone para él un soplo de aire fresco a su existencia repleta de chantajes emocionales y problemas. A partir de ahí, compartirán más con el otro de lo que han estado dispuestos a dar por el momento y serán simplemente ellos, sin caretas ni disfraces.

Drew es extrovertido y bajo la faceta de chico duro se esconde un hombre que ama lo que tiene y está dispuesto a protegerlo con lo que haga falta, a pesar de que el dolor por algo del pasado permanezca aún muy dentro y salga a flote a la mínima oportunidad. Cuando conoce a Emerie se permite que esas heridas comiencen a cicatrizar y lucha por hacer lo correcto y lo que cree merecer, aunque el miedo le paralice en un momento crucial. Emerie, por su parte, decide estar a su lado, sin preguntar, en silencio, haciéndose indispensable en su vida, dejando una huella imborrable en él y dándose cuenta ella misma en el proceso que no sabía lo que era sentir de verdad, de forma irracional y sin medida, hasta que él apareció en su vida.

Al largo de los capítulos y en medio de situaciones disparatadas y otras viscerales e intensas, los protagonistas se sinceran, crecen, confían, aman, pero también se caen aunque se levantan siempre una vez más, sufren, lloran y se alejan cuando huir parece la única opción posible. Son dos protagonistas diferentes, sus batallas dialécticas van subiendo de nivel hasta que la tensión sexual toma el mando. A pesar de la conexión y la química brutal que sienten desde el principio, su relación va surgiendo de forma pausada. Cada uno de ellos nos cuenta su punto de vista, por lo que conocemos de primera mano qué piensan y sienten y qué es lo que les ha llevado al lugar en el que están y ser como son. 

Si os decidís por leer este libro os encontraréis con una trama ágil, entretenida, deliciosa y maravillosamente descrita. Con una narración  fluida y unos personajes bien construidos que hacen las delicias del lector, la pluma de la autora directa, refrescante y con un toque de picardía, te lleva en volandas sobre un carrusel de sensaciones que merece la pena descubrir y disfrutar con una sonrisa en los labios.

Puntuación: 4.5/5

* Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.


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