Hoy hubo algo que me recodó a ti. No sé si fue una canción,
un olor o que mi mente se ha empeñado en traer el recuerdo de tus labios sobre
los míos. Sé que hace más de diez veranos que no nos vemos, ¿por qué lo cuento
en veranos? Porque esa era nuestra estación.
Yo me pasaba todo el año esperando que llegase el 1 de
agosto para volver a nuestra playa y pocos días después apararías con tu
preciosa sonrisa y esos ojos verdes que siempre me han cautivado. A pesar de
que hace tanto tiempo de la última vez, no he conseguido olvidar como el sol se
reflejaba en ellos haciéndolos más intensos. He sido incapaz de borrarte de mi
mente.
En este momento, parece que nos estoy viendo en la noche
que nos conocimos. Eran las fiestas del 15 de agosto y una nueva pandilla de
chicos llegaba a la urbanización donde vivían algunas de mis amigas. Nosotras
bailábamos una ridícula coreografía con la canción Salome de Chayanne como
fondo y vosotros nos mirabais con curiosidad. Tus ojos impactaron en los míos
nada más terminar nuestro baile y mis sentimientos empezaron a despertarse
(todo lo que puede sentir una niña de 10 años). Creo que en ese instante me
enamoré de ti. Me encantaba compartir contigo carreras, tardes en la playa y
noches de jugar al "tú la llevas", cuando a las 11 teníamos que estar
en casa. Poco a poco los veranos se fueron sucediendo y esos niños creciendo.
No importaba lo que hubiese pasado en nuestras respectivas
ciudades durante el inverno (tú del norte y yo del sur) porque nada más vernos
nos olvidábamos de todo. Disfrutábamos al máximo de las dos semanas que
pasábamos juntos rodeados de una magia que cada vez se intensificaba más. Y
recuerdo, como si fuese ayer, la noche en la que me robaste mi primer beso.
"Tengo que hablar contigo", me dijiste con aire inocente y cuando
quise darme cuenta, tus labios estaban pegados a los míos.
Ese fue nuestro último verano juntos. Uno donde hubo
tardes de sol, besos de todas las clases, el sabor a sal sobre nuestra piel,
calor, mar, risas, caricias escondidas, te quieros susurrados y una promesa de
amor eterno. Fue el verano que vivimos con más intensidad, no solo porque
nuestros cuerpos nos pedían cosas diferentes, sino porque en el fondo ambos
sabíamos que no volveríamos a vernos. Una despedida desgarradora, entre
lágrimas mientras nos dábamos un papel donde habíamos garabateado nuestras
direcciones para escribirnos durante el invierno.
Hay veces en las que me pregunto por qué nunca me
escribiste, por qué nunca me contestaste a la carta que yo, sí envié. Fue una
carta sin respuesta, que resolvió todas mis dudas cuando el verano siguiente no
acudiste a nuestra ineludible cita bajo la luna llena. Me partiste el corazón y
aun hoy puedo revivir todo el dolor que sentí a los 15 años, cuando tu hermano
me confirmó que no volverías, que tenias una chica en tu barrio con la que te
besabas por las esquinas y que aquel verano habías preferido pasarlo con ella y
tus amigos. Dolió, dolió muchísimo; de hecho, creo que es lo peor que he
experimentado con respecto al amor durante toda mi vida.
Hoy, después de tantos años sin saber de ti ha habido algo
que me ha hecho viajar a todos esos veranos y escribirte. Sé que seguramente tú
ya no me recuerdes, pero a las chicas estas cosas nos calan mucho más hondo y no
las podemos olvidar. Al pensar en todo lo que compartimos, sonrío y una parte de mi desea volver a aquella playa donde jugábamos.
Hay veces en las que no puedo evitar pensar imposibles,
como qué hubiese pasado si lo nuestro hubiese salido bien. Qué hubiese ocurrido
si cada verano hubiésemos vuelto aquella playa, si me hubiese hecho el amor en
la penumbra de mi habitación y hubiésemos cumplido nuestra promesa de amor
eterno. Me habría gustado poder estar contigo un poco más de tiempo y haberte
conocido en invierno, porque eso significaría que al terminar el mes de agosto
no nos tendríamos que separar.
Siempre serás el chico que me robó el primer beso y aunque
tú ya no me recuerdes y mi vida siga, siempre ocuparás un lugar especial en mi
corazón. Siempre serás mi eterno amor de verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Esperamos encantadas vuestros comentarios siempre que sean hechos desde el respeto y la educación! ¡Gracias soñadores!
(Al comentar aceptas nuestra política de privacidad)