Reseña Los chicos malos apuestan, las chicas listas ganan

Título: Los chicos malos apuestan, las chicas listas ganan

Autora: Cristina Prada

Editorial: Esencia

Sinopsis

Me llamo Daniela y soy una chica normal y corriente. Tengo amigas de las buenas y un novio, Hernán. Hernán tiene una exmujer, Andrea, y Andrea tiene un novio, Rico León. Y Rico León no es un chico corriente. Es guapo, con un culito pollo de escándalo y una innata capacidad para estar mezquinamente atractivo sin esforzarse. Categoría de Rico León en los libros: chico malo. 

Nos conocemos por culpa del desgraciado de su hermano Hugo, por mi mejor amiga, Sandra, y porque nos odiamos. Él ha dado por hecho que soy la típica niña mimada a la que solo le interesan los zapatos. Yo, que es un bruto al que Dios solo le dio el don del sexo. Sin embargo, lo que creemos acerca de una persona y lo que sentimos por ella pueden ser cosas completamente diferentes.

Opinión personal

Cristina Prada ha vuelto a deleitarme con una historia de las que te mantienen en vilo y en tensión durante su lectura y te dejan con una gran sonrisa en los labios y lleno el corazón cuando lees la última página.

Los protagonistas de esta nueva novela son dos personas que se odian sin conocer el porqué real y que se reencuentran en el momento perfecto e idóneo, cuando no esperaban encontrarse y se necesitaban sin saberlo.

Daniela es una chica como tú y como yo. Tiene un trabajo en el que aspira a más, pero con el que se conforma por ahora, y adora a su hermano y a sus amigas. Lo ha pasado mal en el pasado por una relación que no funcionó y que le destrozó el corazón. Una noche cualquiera, en un instante, su mundo dará un vuelco cuando se encuentre con la persona que más odia en el mundo y que también forma parte de esa época en la que quedó devastada y se niega a recordar. Rico León es el rey del extrarradio. Nada ocurre en el barrio sin que él lo sepa. Bajo una fachada de arrogancia y chulería se oculta un hombre que vive por y para su familia. Cuando una noche cualquiera vuelve a cruzarse en su camino la mujer que detesta y que tanto daño y dolor causó en su familia, toda su vida explosiona y se siente perdido. No sabe qué pensar ni lo que ‘debe’ sentir. ¿Pueden dos personas odiarse y atraerse con la misma intensidad? ¿Las apariencias engañan? Aquí parece ser que la respuesta a ambas preguntas es un sí rotundo. Vive esta historia de secretos, pasión y amistad que no te puedes perder...

Daniela se ha acomodado en cierto modo y se ha quedado agazapada en su zona de confort. No se atreve a luchar por sus sueños de una vez por todas. Como he mencionado antes, daría todo lo que tiene por sus amigas y su hermano Pablo, al que intenta proteger de todo y de todos. Cuando vuelve a su vida como un ciclón Rico, algo cambia en su interior. Tiene sentimientos encontrados. En un lado de la balanza están la adrenalina, el hormigueo de la anticipación, la curiosidad e intriga por ir más allá, por descubrir sentimientos que ni era consciente de sentir y ver hasta dónde les pueden llevar. Y en el otro, en el lado contrapuesto, regresan con más fuerza que nunca el dolor, los recuerdos que dejaron todo roto a su paso y el esfuerzo titánico que tuvo que ejercer para salir del pozo. A medida que avanzan los capítulos observamos el cambio paulatino, y brutal al mismo tiempo, que padece su personaje. Decide arriesgar, dejarse llevar, apartando la culpa y el miedo, para así encontrar su hueco en el mundo, a pesar de todas las piedras que amenazan una y otra vez con interponerse en el camino. La transformación de Rico no es tan brusca, es más progresiva, apenas imperceptible, pero existe. Y vaya que si existe. Rico no es un protagonista sin más. Es uno de esos personajes que lo calas desde el principio y te llega muy dentro. Su forma de ser, todo lo que esconde de cara a la galería, no lo hace por ningún motivo oculto y tenebroso. Hace lo que hace sin remordimientos y porque lo necesita. No se avergüenza de lo que es ni lo que lleva a sus espaldas. Y eso lo supe desde el capítulo dos. Siempre antepone las necesidades y sentimientos de los demás a los suyos propios, hasta que llega un punto de su vida en el que tiene que parar, respirar hondo mirando alrededor y decir: “esto es lo que quiero y no puedo dejar pasar el tren”. Porque hay muchas veces en la vida que las segundas oportunidades no existen y hay que aprovechar al máximo el momento.

Durante el libro ambos protagonistas lucharán, intentarán tomar el control y será inevitable dejarse llevar sin pensar en las posibles consecuencias. Juntos confiarán en el otro, se conocerán y reconocerán sin prejuicios y mentiras, solo piel con piel, y harán todo lo posible para que sus vidas y mundos tan opuestos encajen y no colisionen como parece que ocurre cada cinco segundos. Los personajes secundarios cobran gran importancia en la trama, especialmente, las familias. Cuando conozcáis a Mati y Pablo caeréis rendidos a sus pies. A mí al menos me ganaron desde la primera página en la que aparecieron en escena. No voy a contaros nada más para que la novela os transmita mucho y que la disfrutéis sorprendiéndoos.

En esta novela, repleta de sensualidad, amor en todas sus vertientes, diversión, velocidad, vértigo y emociones, la autora vuelve a dejar su sello inconfundible con una pluma bonita y elegante y unas escenas eróticas narradas con mimo y cierto cuidado. Los protagonistas y personajes secundarios están perfectamente construidos y desarrollados y cada uno de ellos busca su sitio. Un lugar solo suyo en el que ser y estar. Hay momentos en los que, al leer determinadas escenas, me he sentido orgullosa de ser mujer, de no rendirme, de luchar, de tener una familia en la que apoyarme siempre. Aquí, en esta historia, cobran  un tremendo valor la familia y el no poner etiquetas a las personas y mucho menos a lo que sienten.

Si os gustan los libros que os hagan sentir, intensos, adictivos, atrapantes, que te hacen reír e incluso acongojarte en el mismo instante, os lo recomiendo. Cristina, bravo. Sin más.

Puntuación: 5/5

* Gracias a la editorial y a la autora por el envío del ejemplar.