Autora: Laura Sanz
Editorial:
Autopublicada
Sinopsis
Till Landvik era la oveja negra de la familia, al menos lo
había sido. Siete años después de huir y dejar a todos en la estacada, regresa
por fin para expiar su culpa... Y la encuentra a ella, ¿la mujer equivocada o
la horma de su zapato?
Solo iba a ser una noche, algo puramente carnal, pero sus
caminos empezaron a cruzarse una y otra vez en una suerte de absurda casualidad.
España, Alemania, México… ni siquiera diez mil kilómetros parecían ser
distancia suficiente para mantenerlos alejados, a pesar de que después de cada
encuentro, las heridas eran cada vez mayores y resultaban más difíciles de
cerrar.
¡Maldita la hora en
que dejé que ella me traspasara la piel y se instalase dentro de mí! ¡Maldita!
De todas las mujeres del mundo tenía que ser ella…
¿Por qué narices no
me puedo quitar de la cabeza al puñetero Landvik? ¡Maldito niñato! Entre todos
los hombres del mundo tenía que ser él…
Opinión personal
Y llegó. El pequeño de los hermanos Landvik se hizo de
rogar, pero Till ya está aquí, dispuesto a quedarse para siempre. Ha desbancado
a sus hermanos y se ha ganado a pulso un trocito de mi corazón. La
culpa de Till es una novela intensa, emotiva, desgarradora, de encuentros y
desencuentros, donde la culpa puede disiparse y redimirse es posible.
Han pasado siete años desde que Till huyó como un cobarde
sin mirar atrás, avergonzado por todo lo que hizo, por el peso que cargó a
hombros de los demás liberándose de llevarlo sobre los suyos. No podía, era
incapaz de mirar a la cara a aquellas personas que adoraba y que siempre lo
habían dado todo por él. Quizás sea hora de empezar a expiar sus pecados. Por
suerte, su hermano Cas le dará la excusa perfecta para cumplir su propósito.
Allí se reencontrará con alguien quien no le tiene en gran estima y le hace
replantearse muchísimas cosas. Tana es independiente, fuerte, con carácter, y
no necesita a nadie en su vida. Lo que menos espera es volver a tener frente a
frente en la boda de su mejor amiga a la persona que más detesta. Ese encuentro
será el punto de partida de un viaje en el que sufrirán, sentirán, se perderán
mil veces y se reencontrarán una más. Se atreverán a luchar por lo que quieren,
a pesar de que el miedo y el orgullo se antepongan a sus verdaderos sentimientos.
A medida que avanzamos en la historia, vemos a un
protagonista más seguro de sí mismo y con menos temor al rechazo por todo aquello
que sucedió en el pasado. Sabe que lo hizo mal, es tremendamente consciente, y
lo es aún más al ser testigo de la grandeza de su familia. Es muy afortunado.
El pasado, pasado está. Ha madurado, ha crecido y ya no es la persona que una
vez fue. Pero toda esa seguridad se desvanece al lado de Tana. Le deja
tambaleante, como si cada vez, en cada encuentro, tirara de la alfombra bajo
sus pies y no pudiera pisar el suelo con aplomo. Pero también, junto a ella, resurge
el hombre que siempre quiso ser. Alguien centrado, dispuesto a querer, amar y
proteger, siendo la mejor persona que los de su alrededor merecen. A nuestra
protagonista, Tana, le ocurre algo similar. Él le abruma, esa intensidad tan
arrolladora que sienten la arrastra sin remedio y siente que pierde el control,
aunque en el fondo esté encantada de dejarse llevar. Pero el miedo le hace
perder la batalla y echa marcha atrás en momentos cruciales, cerrándose en
banda. Necesita su tiempo para adaptarse, recuperar dicho control y asimilar
todas esas sensaciones que la sacuden por dentro. Juntos y separados aprenderán
que la vida es mucho más de lo que han estado viviendo hasta ahora. Aprenderán
a caerse, a caminar de la mano, a conseguir lo que anhelan dejándose la piel en
el intento; a apostar sus corazones y a no dejarse vencer. Básicamente,
aprenderán a ser ellos y ser consecuentes consigo mismos, la lección más
auténtica que podemos aprender jamás.
Laura Sanz ha creado una historia (para mí la mejor de
las tres) especial, distinta, tierna, divertida, apabullante y sobrecogedora. Una
novela que despierta multitud de sentimientos, te hace sentir de verdad, te
lleva en volandas por una trama ágil, bien hilada, con una narración fluida,
repleta de sobresaltos que mantienen tu corazón en un puño a lo largo de toda
la lectura. La autora, con una pluma fresca, diestra, directa y con matices, te
hace partícipe del libro desde el primer instante. Las escenas eróticas están
descritas con sencillez y delicadeza y los personajes están perfectamente
planteados y cada uno cumple su papel a la perfección para que la historia quede
completa.
Si
quieres leer una novela en la que la tensión, la redención, la superación, la
pérdida, el dolor, la química, la pasión y el amor toman el mando, te
recomiendo este libro encarecidamente. Felicidades por esta historia, Laura.
Puntuación: 4.5/5
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