“Te quiero”. Dos palabras que por
separado tienen distintos sentidos pero que juntas pueden significar un mundo.
Dos palabras que tiempo atrás eran vacías, sin alma y que, durante unos meses,
estuvieron llenas de vida para mí. Y ahora, de nuevo, permanecen como al
principio. Tanto ellas como yo volvemos a estar en la casilla de salida.
Todo lo que nos rodea parece que se
llena de luz y de colores brillantes cuando el amor llama a la puerta. Pero, a
la misma vez, una fina capa de temor, casi invisible, lo cubre todo. Esa capa
se hace más pesada y gruesa cuando ves que no avanzas, que das todo de ti y no
recibes nada a cambio. Y solo queda tirar la toalla. ¿Tan difícil es volver a
empezar? ¿Adaptarse y sobrevivir? La respuesta a estas preguntas es sí. Todo es
más complicado cuando te ha hecho trizas; cuando han roto tu corazón hasta tal
punto, que es casi imposible volver a unir el puzle.
Duele. Duele demasiado dejar escapar
todas esas sonrisas y caricias compartidas. Ahora ya nunca habrá un nosotros.
El cuento de hadas se quedó en simples palabras dichas al viento. A partir de este
momento solo habrá un yo que será lo suficientemente fuerte como para salir
adelante, luchar y, por primera vez, buscar la felicidad en su soledad.
(Fotos: Pinterest y Google)
Que bonito texto, me ha trasmitido un montón en tan pocas palabras *.*
ResponderEliminarUn besazo!